
Jenny tienes los ojos azules, azules como los cielos olímpicos, azules como el manto que cubre el indómito Valhala, o como el lago cálido donde se bañan las hurí del profeta.
Sobre esa belleza inmensurable están dos rayos dorados que la cubren, y debajo de él, un gracioso y pequeño lunar, que es un punto final de chocolate.
Muy blanca, muy risueña, unos cabellos dorados que palidecen el brillo del sol, así es ella, así es Jenny, con su voz que es un desquiciante grito de luna, su traje rojo, su falda escocesa, sus medias rojas, y sus zapatillas que le hacen juego a todo.
Siempre cuando le gusta algo, lo repite tres veces: Te quiero, te quiero, te quiero. Mas si hay otra cosa que no es de su agrado, trata de no herirlo y le dice: Me gusta, me gusta, pero poco.
¿Dónde te has ido Jenny?, ¿Dónde está tu risa preciosa que escondías para que no lo vieran seres que no merecían presenciar lo más cercano al paraíso? ¿Dónde están tus bailes, donde está tu ternura de niña hecha mujer? ¿Dónde estás Jenny, donde?
Yo le escribí tres cuentos a Jenny, o quizás más. Si, Jenny es Isidora, la niña que andaba enamorada de Nico, que sólo suspiraba por él, no sé si ella llegó a leer ese relato porque entre mis pensamientos por ella, estaba su amiga inseparable, Lucia, o Cata, como a ella le encantaba que le llamaran.
Sobre Cata ya escribí demasiado, mucho diría yo, por que si, Cata es Natalie, ese amor que parecía posible pero realmente tenia el sello de imposibilidad por sus inconstancias o por las mías, hasta ahora no lo sé en realidad.
El cuento que si estoy seguro que le gustó fue: Un sueño olvidado. Porque los ojos de la niña o de la mujer eran azules y no cafés, hizo algo muy gracioso cuando lo leyó, imitó los instantes que describía en mi relato, sin embargo le dio una tonalidad de alegría; al ser que lo llegó a tener entre sus brazos no era un hombre sino un can, uno muy pequeño, que lo bautizo con el nombre de tilín (por lo de las estrellas titilan), jajajaja, así es ella, única.
Sobre Isidora, sé que también fue de su agrado, mas resaltó que ella no estaba pololeando, es que Jenny o Isidora ya tenia novio, jajajaja, si ya lo tenia y su nombre era Nicolás, ¿Qué hacia yo en medio de una estrella y un hacedor de ellas?, no lo sé realmente, sólo sabia que ella me gustaba, si me gustaba como era ella... Isidora.
Si tal vez; ella no hubiese tenido un compromiso y yo no hubiera estado tan lejos de ella, hubiese sabido como es realmente Jenny y no Isidora, hubiera roto la barricada de lo irreal, y yo su fan, hubiese sido más que eso.
En estos tiempos, en éste presente, la belleza de ojos azules se encuentra libre para viajar donde ella desee, donde quiera, donde ella ame, donde pueda tomar instantáneas, momentos con sus manos, con sus ojos, con su presencia, con la música que le apasiona (la de olor de heliotropos o de abedules), porque ahora sé que ya no tiene quien sea su dueño, que irónica es la vida, ahora ella es una realidad pero yo, ya no.