Mi amor de coralí

miércoles, 29 de septiembre de 2010


Piel de nacar, ojos de cielo oscuro, pestañas de rubí, cejas color carmesí, y sus cabellos risueños de alhelí. Muy alegre y muy tierna, si ve un animalito perdido le hace cariño y se lo lleva para la casa, lo cuida, lo engorda, lo lleva al veterinario para que le ponga sus vacunas y luego para suerte mía, les encuentra dueños, porque hay de mí, hay de mi, sino fuese así, tendría un zoológico, y todo, porque siempre le digo, sí. Le gusta jugar a la casita, hace sus deberes, el te y la comidita, se pone su mantel y deja todo limpio, cuando llego me cuenta todo lo que hizo y todo lo que desea tener. Una hija y una casita blanca en las montañas de Italia, le gusta bailar (Acondicioné un lugar para ella, su piso parquet y espejos donde pueda ver su belleza repetidas más de una vez), leer mis ingenios y quedarse dormidita en mis brazos y al despertar en las mañanas, le digo despierto o entre sueños: Mi amor de coralí.