De tus ojitos
(mirada de cielo)
cayó una sinuosa lagrimita.
Era pequeña,
tierna,
y muy
cristalina.
¡Belleza diamantina!
Un suspiro,
di al verla,
y con cuidado la recogí
con uno de mis dedos.
La observe detenidamente,
y en ella había un secreto.
¡Que era el más bello!
En ella me decías:
¡Que yo, era tu anhelo!
(mirada de cielo)
cayó una sinuosa lagrimita.
Era pequeña,
tierna,
y muy
cristalina.
¡Belleza diamantina!
Un suspiro,
di al verla,
y con cuidado la recogí
con uno de mis dedos.
La observe detenidamente,
y en ella había un secreto.
¡Que era el más bello!
En ella me decías:
¡Que yo, era tu anhelo!