El encuentro... (El enigma)

sábado, 28 de febrero de 2009
Era un día excelente, los cielos eran claros, la gente estaba muy tranquila y alegre, mis vecinos, igualmente se veían felices, así que decidi alejarme de todo y salir a visitar los bellos campos de la sierra colombiana.
Todo el trayecto, lo pase silbando dos canciones que tenia grabada en mi mente, no eran recientes o como algunos dicen “Top Hits”, pero eran las que siempre me gustaban.
Decidí descansar en un hermoso paraje, que me pareció ser, el más bello de todos; su cielo era celeste, pero de un color que nunca había visto, sin rasgo de nubes grisáceas ó blancas, era realmente un precioso reino celestial.
Igualmente en aquel lugar, el pasto era de un verde muy limpio entre claro y oscuro, con algunas aves que volaban raudamente de un lugar a otro, como jugando o enamorándose entre si. Felizmente, molestos insectos no había en aquel bello lugar, solo unas cuantas mariposas de colores como el arco iris, que se veía dibujado a lo lejos.
En medio de aquel edén, se hallaba una hermosa laguna de aguas transparentes y cristalinas.
Sentí entonces, unos pasos detrás mió y al costado de mis ilusiones, pasó una bella niña de cabellos dorados; era hermosa, era linda, era perfecta.
Se paro al borde de la laguna y se quedo maravillada al ver el exquisito paisaje, mientras el viento acariciaba muy delicadamente sus cabellos radiantes, agarro entonces con sus lindas manos un pedazo de lago, para después esparcirlo como hermosas lágrimas de verano.
Me acerque a su lado y le dije:
- Eres la más hermosa de todos los ángeles que puedan existir en el cielo.
Pero ella no se inmuto ante mis palabras
- Tus ojos son tan azules, que puedo imaginar, que en ellos se encuentra el olimpo perdido, descritas en las leyendas griegas.
Pero ella no decía nada.
- Si estuvieras tú y una hermosa sirena, aunque la hija de neptuno cantase su más bella melodía, yo a tus brazos iría.
Una bella, voz a lo lejos, me hizo cortar mis palabras:
- ¡Isi!..., ven…, que ya nos vamos.
- Espera un rato, cata… ¿Si?
Se acerca una bella niña, de ojos color verde, pero un verde que haría palidecer al hermoso prado o al endiosado color de la esmeralda.
- Ya vamonos, tenemos que ir a la completada, ya se hace tarde… ¡Vamonos!
- Le tomo una foto y nos vamos… ¿Si?
- Bueno.
- Si, que es bonito el lugar, yo también le voy a tomar una foto con mi celular.
Se acerca de pronto, un muchacho altivo y gallardo, y acariciando a la niña de ojos verdes le dice:
- Vamos amor, se hace tarde
Ella embelesada al escuchar sus palabras, lo mira a los ojos, y suelta un delicado suspiro.
- Ay, Isi… ya vamos, mira que tu primo también esta apuradito.
La hermosa niña de ojos azulados, frunce sus delgadas cejas y le contesta:
- Siempre es lo mismo…uhm
- Si por lo menos hubiese venido el Nico.
- ¿Que dijiste, Isi?
- ¿Yo?…,nada ( y se ríe, suavemente)
Ellos, se apartaron de mi lado sin siquiera mirarme, y se fueron tan rápidamente como llegaron.
¡Porque!…, por que, no me hizo caso, por que aunque sea no me dijo:
- “No, me molestes, vete”.
Las dudas eran infinitas, no tenían repuestas en mi mente, y se me ocurrió acariciar, aunque sea las mismas aguas que ella toco. Me acerque al bello lago, dispuesto a realizar mi propio encargo, mas la desesperación me hizo dar un grito seco y sordo.
En aquel bello y hermoso lago, mi imagen no se veía reflejada, fue entonces que en ese momento, entendí que yo, era solo una creación de un ser, con una imaginación mas grande, que mis propias historias.
Y de pronto senti un dolor en mi pecho y quize tocarme, mas no podia, abri pesadamente los ojos y estaba rodeado por la inmundicia de preceptos divinos, y mi ser quedo desvanecido en aquel humillante letargo del olvido.

Enamórala...

¿Sabes como enamorar
a la mujer más bonita
e inteligente del planeta?
¿Sabes como hacer que su
corazoncito palpite encandilada
con dulce pasión?
¿Sabes como hacer que
te mire siempre embelesada
brotando de sus tiernos labios,
un te quiero mi amor?
Sino lo sabes,
yo te lo diré.
Hazle un poema muy sencillo,
sin nada que la deje a la deriva,
exalta su belleza externa
y sobre todo la interna.
No le escribas con deseo,
ni con vana lujuria.
Por que ella siente el sentimiento,
y no la lujuriosa pasión.
Hazle una historia de amor,
de esas cursis en que uno
muere de amor.
Dedícale una canción,
en que un corazón
agoniza de dolor.
Y cuando sientas
que ella ya no recuerde
su pasado,
hazme un favor.
Abrázala con ternura
y tócale sus labios
haciendo que sus ojos
se cierren suspirando,
solo por tu amor.
Y dile a un rinconcito
de su estadía, algo que
yo nunca le pude decir
a viva voz.
¡Te amo, mi niña bonita!
¡Te amo, mi amor!

Bajo tu recuerdo, Natalie... (Primera Parte)

jueves, 26 de febrero de 2009

Natalie, natalie, ¿hace cuanto tiempo no te escribo?, demasiado dirás, jajaja, pues no, siempre has estado en algo que he escrito, y no es por que añore estar contigo… no, no es así, es por los momentos que vivimos.
¿Qué día, aparecí ante ti?, la fecha exacta, no la recuerdo, el mes si, fue en Junio (¿día de tu cumpleaños?), no, no, fue en Julio (mes de mi cumpleaños) o quizás ¿Agosto?, para que decir la fecha, eso es algo que solo sabemos los dos.
El cielo era gris, aquel día de Noviembre,
una figura se ve en lo alto de aquella playa,
que el nombre he olvidado.
¿Realmente lo he olvidado?, pues no, ese nombre de esa playa se llama Valparaíso, cosas del destino y justamente el cariño que te robo de mi, fue de ahí.
Sus ojos coloridos,
sus ojos vagos y llanos,
no se que me atrajo,
de esa mujer de trapo.
Pelo dorado y claro,
pelo tullido y opaco,
sus labios eran delgados,
sus labios eran tristes y amargos.
- Es que la muñequita de trapo te vio los ojitos, amala poeta, amala, y te respondí con una majadería:
- ¡No se a que te refieres…!
Hoy quiero disculparme contigo por contestarte de esa manera, no debí hacerlo, y menos delante de tu nueva ilusión. Manuel, ¿no?, Manuel tiene los ojos verdes, ¿Cómo tú?, no, los de él son mas vívidos, los tuyos más tenues.
¿Qué será de la vida de Manuel?, ¿no?, si alguna vez lo vuelves a ver, dile que me disculpe por las palabras que puse en su fotolog.
Por que has escrito eso sobre Natalia, ¿eh?, que honda te traes con ella, no sabes que ella esta con un músico, se enfurecieron tus fans por el Noviembre que te escribí.
…Y con mi sangre, escribiré tu nombre: Natalia.
Natalia, Natalia, cuantas veces repetía ese nombre con amor… ¿Quiero conocerte Juan Cristóbal?... Cristóbal fue tu amor de ficción, ¿o tal vez fue real?, sinceramente, no lo se. ¿Y el Juan de adonde salió?... Tal vez sea solo un nombre inventado, o tal vez sea el nombre que se antepone al José.
Era un ave fénix que surcaba los cielos,
orgulloso de su inmortalidad.
Nada ni nadie podía atentar contra
mi divinidad.
Mas el desdén de aquellos
lindos ojos azules
destrozo mi invulnerabilidad.
Y de mi solo quedaron cenizas,
cenizas, que nunca renacerán
¿A quien fue que le escribí este pequeño poema?, tú lo sabes y por eso te enfadaste. Si, si, fue a la bellísima, Isidora.
Isidora, también tiene sus relatos hechos por mi, al igual que lo tienes tú.
A veces me pregunto:
Si pude haberla enamorado.
Me parece que no, por que ella tenía como defensa un amor de celuloide. En cambio tú, estabas indefensa ante mí.
¿Sabes?, una vez tuve la impresión que ella (Isidora), quiso encontrarse conmigo:
- Va haber, una feria de libros el día tal… y yo voy a estar ahí.
- Ah, ya, cállate – le dijiste, y yo me sonreí, que bonita te pusiste cuando estuviste celosa.
Si tal vez hubiese estado en esos momentos en Santiago, con todo gusto hubiese ido, por que negarlo, me hubiese encantado conocerla.


Pardonne, ils m'appellent, demain je continuerai.

Un cuento para dormir...

miércoles, 25 de febrero de 2009
Y era el decimo cuarto perro que moría entre estertores, de baba y sangre, en medio del llanto del dueño, impotente de hacer algo.
- ¡Maldita vieja, me la va a pagar!
Fue raudamente a la casa de Doña Ernestina, el odio que les tenia a todo animal domestico era conocido en aquel barrio, perros, gatos, de distintas razas, morían ante el cruel bocado de carne combinado con vidrio molido, en vano era tratar de llevar la mascota a un veterinario, por que la muerte era una marca que en aquel momento era imposible de evitar.
- ¡Salga maldita bruja, salga de ahí! – vociferaba con todas sus fuerzas aquel muchacho de unos 18 años.
Y de tanto escándalo, que hizo, apareció delante de él, el hijo de doña Ernestina, un mestizo de unos 23 años, corpulento, de cabellos negros erizados.
- ¡Que carajos, quieres, imbécil!
- ¡La maldita de tu madre ha matado a mi pobre perro!
- ¡Y que mierda quieres que haga que llore como tú, maldito maricon! – y solto una fuerte carcajada que hizo enfurecer a Pedro.
Se enfrascaron en una violenta pelea, pero para desgracia de Pedro, la diferencia de estatura como de masa muscular estaba en su contra.
- ¡Lárgate maldito, idiota, sino quieres acabar igual que tu asqueroso, perro!
El pobre Pedro todo ensangrentado, se alejo de aquel lugar, llevándose junto a su adolorido cuerpo, el cadáver de su can. Todos en aquel lugar odiaban a la vieja Ernestina, si fuera por ellos, le dieran de comer de su propio bocado, pero el temor que le tenían a Killer era aun más.
Killer era el jefe de una pandilla que asaltaba transeúntes, así como a tiendas que habían por aquel lugar, su habilidad para la pelea cuerpo a cuerpo, era casi una leyenda. Se dice que una vez se enfrento con tres tipos y a todos ellos los venció en unos instantes, no le temía a nada ni a nadie, y nadie se atrevía a darle la contra. Perro pequeño que encontraba le tiraba una furibunda patada que el pobre animal moría al instante de recibirla.
Son las 10:30 de la noche, día 31 de octubre. El siqua o killer estaba en plena fiesta organizada por uno de sus cómplices de fechorías, mujeres, cerveza y algún otro alucinógeno, abundaba a raudales.
Ya eran las 3:30 de la madrugada y el tremendo fiestón hace una hora que había acabado.
- ¡Oye killer!... Ya levántate y vete a tu casa a seguir durmiendo, que tengo que limpiar todo esto.
Se levanto, no dijo nada, y se fue muy tranquilo, como si el licor no hubiese hecho mella en él.
Como siempre lo hacia, pasa por la plazuela que esta a dos cuadras de su casa, le da ganas de orinar y lo hace ahí mismo, sin temor a nada, por que no había absolutamente nadie. Termina lo que empezó y de pronto siente que alguien lo mira y enfoca mas su mirada, ve que un pequeño perro lo esta mirando.
- ¡Maldito perro, si estuviera cerca de mi, ya estarias bien muerto!
Empieza a caminar y escucha unos pasos tras de él, voltea y se da con la sorpresa que era el perro quien lo seguía. Espera que este muy cerca, cuando de pronto lanza un tremendo patadon, que hace volar por los aires al pobre pequeño can, que emite un lastimero grito.
- Jajaja, ves asqueroso animal por seguirme.
Vuelve a seguir su camino, cuando siente otra vez los pasos tras de él. Voltea nuevamente y ve que era el mismo perro, no sabe por que, pero siente un helado aire que se acobija en su nuca. Trata de dar otra vez el mismo golpe, mas el resultado no es el mismo, y lo que aun es más extraño, escucha una risa burlona que se ríe de él.
- ¡Pero que carajos sucede! – vocifera como queriéndose darse valor.
Apura el paso, oye el mismo sonido tras de él, solo que esta vez es mas fuerte, mira de reojo y ve que aquel perro se había hecho mas grande.
- ¡Justo una piedra! - delante de su camino y la recoge y la lanza contra el can.
- Jajaja, ves perro estúpido, yo no le temo a nada.
Los ojos del perro empiezan a brillar diabólicamente y repite las mismas palabras, pero mas hondamente.
El camino se le hace largo al indómito killer, y empieza ha temblarle el cuerpo de temor y su frente se halla inundada de sudor cadavérico, trata de correr, mas sus piernas las siente muy pesadas, los pasos tras de él se hacen mas fuerte y teme voltear para ver que es lo que le persigue.
- ¿Por que no volteas? – escucha la misma voz que antes había oído y se da valor y voltea.
El perro ya no era pequeño, ni mediano, sino era un ser monstruoso con enormes quijadas cubiertas por filudos dientes, tocada por una lengua extensa sanguinolenta, viperina, bífida.
Su cuerpo estaba compuesto por una enorme cantidad de cadáveres putrefactos de animales asesinados por él y su madre.
Empieza a correr con todas sus fuerzas y los pasos tras de él se oyen aun más cercanos, llega a tocar la puerta de su casa y lo golpea violentamente, gritando:
- ¡Mamá, abre, mamá, abre por favor!
- ¡Ya voy, ya voy!... ¿Tanto es el apuro?
La vieja Ernestina, ve como su hijo esta pálido, sin nada de sangre en su rostro y con sus ojos desorbitados mirando su lado izquierdo, cuando de un momento a otro, ve como una gigantesca boca se traga la parte inferior del cuerpo de su único vástago, la cabeza salta por los aires y cae justamente en las manos de la madre, esta emite un terrible grito y se derrumba pesadamente en el piso.
Al otro día, los vecinos encuentran el cadáver de la vieja Ernestina con los ojos desorbitados, votando espuma por la boca, y en su pecho la cabeza ensangrentada de su temido hijo.

Cómo...

domingo, 22 de febrero de 2009


I.
¿Cómo empiezo
hablar de ti?

¿Entre líneas
divididas en cinco,
o en cuatro simples
espacios?
¿Cuál es la clave
para decir lo
que siento por ti?
¿La indolencia
de tu corazón
o la esclavitud
del mío
de quererte?

II.

Si pudiera decir
como son tus cabellos,
como es el brillo de
tu mirada,
la lindura de tus orejas,
el dador de tus
suspiros,
la textura
de tus labios,
la potencia
de tus alientos,
el dulzor de tu savia,
la suavidad de tu piel,
el sentimiento de tus abrazos,
la altivez de tu pecho,
la graciosa abertura
umbilical
de tu nacimiento,
la vigésima quinta letra
de tu gloria,
el suspiro extenso de
tus torneadas
columnas de alabastro,
cimentadas en la perfección
de tus pequeños
vestigios diáfanos.

III.

¿Dime amor,
cómo empiezo hablar de ti?

Si siempre
lo que me pediste
es morirme,
antes de sentir
mi amor por ti.


Solo recuerdos...

martes, 17 de febrero de 2009
No se cuanto tiempo que mi vida se cruzo con la tuya, de improviso, esperando palabras alicientes que pudieran acercarme a tu corazón, observando tus embrujos llenos de amor...¿hacia mi?...no, nunca fueron hacia mi, siempre fueron distantes, como si me rehuyeras.
Y tus colores se esparcían por un cielo infinito, y reventaban sobre el color de mis ojos, que nunca quisiste mirar. La esperanza era un nombre que mencionaba a cada instante, y sin embargo, no emitían ningún sonido en tus oídos.
Y te fuiste de repente, cuando el valor se había apoderado de mi y estaba dispuesto afrontar la derrota o el triunfo de una interrogante que tenia en mi alma, y te llamaba, miles de veces y nunca volviste...regresa repetía, regresa, y un día sin pensar volviste, volviste, volviste enamorada...¿de mi?... que tontería...¿no?
Volviste enamorada de otro, y te odie, si lo hice, lo hice por un instante, mas como odiar lo que se anhela, y me propuse enamorarte a pesar que cometería algo que detesto... robar un amor. Sin embargo...¿como hacerlo realmente?, si tenia un sentimiento por alguien muy cerca a ti.
Pero el destino hizo un juego extraño y yo que pensaba que aquella voz tan hermosa, podría hacer algo por mi, no lo hizo, no lo hizo, se puso en contra mía, alabando los insultos de un conglomerado de egos maldicientes, y me sentí decepcionado de ella, y sobre todo de ti.
Y decidí alejarme derrotado, vencido, de no poder enamorar a la atenea idolatrada, de no poder amar a la venus imaginada.... ¿Azares del eros?... no mi corazón, azares de tu orgullo, de mi orgullo que lo tenia dormido, por ti, mas cuando se despertó, ni siquiera, mi amor por ti, lo puede hacer dormir.
A veces siento que el culpable realmente de todo soy yo, y lo que verdaderamente sucedió es que nunca me quisiste, nunca lo hiciste, y todo fue culpa de mi estúpida imaginación. Esa imaginación que me deja como tu recuerdo una canción.




El regalo de cumpleaños....

viernes, 13 de febrero de 2009
Hoy es un día igual como los demás, eso pensé yo. Pero, no, no por que entra raudamente a mi habitación mi niña con un regalito que lleva entre sus dedos.
- Papá, papá, aquí te traigo tu regalo de cumpleaños, mira, míralo, pero esta muy feo, quise hacer una rosita de papel y no me ha salido, cuando sea grande te comprare un reloj muy caro así como usa el papá de Sebastián.
Hace un pucherito, pone su mirada triste y yo la levanto y la pongo junto a mí lado y le digo:
- Dime mi niña… ¿Has visto alguna vez, como los niños le guardan cierto cariño ha cosas que para uno, no tienen valor?
- ¡No!
- ¿No?... ¿Estas segura?
- SI.
- Mira, mi amor, tú tienes una mantita de color amarillo y en el centro hay un unicornio rosa bordado con cariño, de tu mamá. Ella te lo tejió con paciencia, esperando el momento que brillaras en nuestro mundo de soledad.
- Si papá, es muy bonito.
- Te acuerdas, que hace un año te compramos uno muy bonito y demasiado caro, que tenia dibujitos de tu programa favorito. Tú, te alegraste y diste brinquitos de alegría cuando lo viste sobre tu cama. Tu mamá quiso llevarse el que ya estaba demasiado desgastado y deshilachado, para regalarlo o tal vez botarlo. Y tú, empezaste a llorar, y pediste que te lo devolvieran, que ya no querías el nuevo, que nos lo lleváramos o lo guardáramos, pero que volviera a tu lado tu mantita con el unicornio ya gastado.
Mi niña pone un dedito en sus labios, mira fijamente en un solo lugar, se queda así quietecita por un momento, y de pronto estira sus manos y me dice:
- Es que yo lo adoro, por que me lo hizo mi mamá.
- Así es mi tesoro, lo adoras por que te lo hizo tu mamá, así como yo adoro esta rosita de papel por que lo hiciste tú. Me regalaran por este día cosas que tienen un valor muy alto en dinero, pero al que más amare y me acompañara por el resto de mi vida, será la florcita hecha por mi lucero.
Mi niña se levanta, me abraza muy fuertemente y me da un beso en mi mejilla diciéndome:

- ¡Papito, yo a ti te quiero!

Por que...

lunes, 2 de febrero de 2009

Si el primer amor, ese que llega por si solo del sentimiento, no del color de unos ojos, no de un cuerpo, no de una lujuria insana, sino de la ternura, del cariño, del amor virginal de dos niños que por primera vez se enamoran, mas luego llega la decepción, llega el sufrimiento y así como el primer amor por siempre se recuerda, la primera decepción, tampoco se olvida.

Dime, mi lucerito:
¿A quie
n estas acariciando,
con esas manos que
un día, amor me reg
alaron?

Dime, mi niñita:
¿Quien esta saboreando,
el carmín, de tus bellos labios?

¡No, por favor!

¿A quien estas menc
ionando?
¿A quien estas adorando?
¿A quien estas amando?

Dime, mi estrellita:

¿Quien es el afortunado
que se ve ilumin
ado
por aquellos lindos
ojos idolatrad
os?

Explícame extraño:
¿Por que te rob
aste,
el latido de mi vida?
¿Por que hur
taste,
mi tesoro más preciado?

¿Es que mis lágrimas
son cienos de tu
amor, hoy o
diado?

¿Es que mis ruegos,
ya son tu hum
illante letargo?

Dime, muñequita dorada.

¡Dime!

¡Por que de mi, te has olvidado!

Y me olvido, como un minuto pasa al siguiente, como el símbolo de amor que se escribe en la arena, y en un instante las olas del mar lo desaparecen; como el sueño dichoso al cual no quieres despertar y cuando lo haces, y quieres contarlo todo, ya no puedes hacerlo.

Si, me olvido mi muñequita de oro, con sus ojos esmeraldas, con sus manos tan finas, delicadas y bellas, con su risa coqueta que hace feliz a otra alma.

Pero aun así, aun así, yo siempre mirare las estrellas y diré despacito su nombre, por que a pesar de todo mi flor estará ahí, sintiéndose por siempre feliz, por que su felicidad sera la mía, aunque ya no pueda tocarla.