Era un día excelente, los cielos eran claros, la gente estaba muy tranquila y alegre, mis vecinos, igualmente se veían felices, así que decidi alejarme de todo y salir a visitar los bellos campos de la sierra colombiana.
Todo el trayecto, lo pase silbando dos canciones que tenia grabada en mi mente, no eran recientes o como algunos dicen “Top Hits”, pero eran las que siempre me gustaban.
Decidí descansar en un hermoso paraje, que me pareció ser, el más bello de todos; su cielo era celeste, pero de un color que nunca había visto, sin rasgo de nubes grisáceas ó blancas, era realmente un precioso reino celestial.
Igualmente en aquel lugar, el pasto era de un verde muy limpio entre claro y oscuro, con algunas aves que volaban raudamente de un lugar a otro, como jugando o enamorándose entre si. Felizmente, molestos insectos no había en aquel bello lugar, solo unas cuantas mariposas de colores como el arco iris, que se veía dibujado a lo lejos.
En medio de aquel edén, se hallaba una hermosa laguna de aguas transparentes y cristalinas.
Sentí entonces, unos pasos detrás mió y al costado de mis ilusiones, pasó una bella niña de cabellos dorados; era hermosa, era linda, era perfecta.
Se paro al borde de la laguna y se quedo maravillada al ver el exquisito paisaje, mientras el viento acariciaba muy delicadamente sus cabellos radiantes, agarro entonces con sus lindas manos un pedazo de lago, para después esparcirlo como hermosas lágrimas de verano.
Me acerque a su lado y le dije:
- Eres la más hermosa de todos los ángeles que puedan existir en el cielo.
Pero ella no se inmuto ante mis palabras
- Tus ojos son tan azules, que puedo imaginar, que en ellos se encuentra el olimpo perdido, descritas en las leyendas griegas.
Pero ella no decía nada.
- Si estuvieras tú y una hermosa sirena, aunque la hija de neptuno cantase su más bella melodía, yo a tus brazos iría.
Una bella, voz a lo lejos, me hizo cortar mis palabras:
- ¡Isi!..., ven…, que ya nos vamos.
- Espera un rato, cata… ¿Si?
Se acerca una bella niña, de ojos color verde, pero un verde que haría palidecer al hermoso prado o al endiosado color de la esmeralda.
- Ya vamonos, tenemos que ir a la completada, ya se hace tarde… ¡Vamonos!
- Le tomo una foto y nos vamos… ¿Si?
- Bueno.
- Si, que es bonito el lugar, yo también le voy a tomar una foto con mi celular.
Se acerca de pronto, un muchacho altivo y gallardo, y acariciando a la niña de ojos verdes le dice:
- Vamos amor, se hace tarde
Ella embelesada al escuchar sus palabras, lo mira a los ojos, y suelta un delicado suspiro.
- Ay, Isi… ya vamos, mira que tu primo también esta apuradito.
La hermosa niña de ojos azulados, frunce sus delgadas cejas y le contesta:
- Siempre es lo mismo…uhm
- Si por lo menos hubiese venido el Nico.
- ¿Que dijiste, Isi?
- ¿Yo?…,nada ( y se ríe, suavemente)
Ellos, se apartaron de mi lado sin siquiera mirarme, y se fueron tan rápidamente como llegaron.
¡Porque!…, por que, no me hizo caso, por que aunque sea no me dijo:
- “No, me molestes, vete”.
Las dudas eran infinitas, no tenían repuestas en mi mente, y se me ocurrió acariciar, aunque sea las mismas aguas que ella toco. Me acerque al bello lago, dispuesto a realizar mi propio encargo, mas la desesperación me hizo dar un grito seco y sordo.
En aquel bello y hermoso lago, mi imagen no se veía reflejada, fue entonces que en ese momento, entendí que yo, era solo una creación de un ser, con una imaginación mas grande, que mis propias historias.
Y de pronto senti un dolor en mi pecho y quize tocarme, mas no podia, abri pesadamente los ojos y estaba rodeado por la inmundicia de preceptos divinos, y mi ser quedo desvanecido en aquel humillante letargo del olvido.